La naranja, el limón, la mandarina y la citronela se mezclan perfectamente con la bergamota ahuyentando la angustia, la ira, las preocupaciones y la tristeza. Libera la energía bloqueada y estimula la concentración y creatividad.
Masajear el cuerpo con este aroma alegra y anima el espíritu permitiendo sanar los dolores del alma.